Cómo seleccionar y madurar aguacates
 


Nutrióloga Lic. Cecilia García Schinkel

Los aguacates botánicamente son frutos, por ser la parte de la planta que contiene la semilla y de la que nacerá la siguiente generación de plantas. Pertenecen al tipo de frutos conocidos como climatéricos, que tienen la característica de seguir madurando aún cuando han sido desprendidos del árbol.

Es por su tipo de maduración que normalmente los encontramos muy verdes y duros en los mercados, tianguis y supermercados. No es para preocuparse. Cuando uno los selecciona, en los únicos criterios que debería de poner atención es tamaño y golpes. Elija aguacates de tamaño mediano y forma regular y asegúrese de que no tengan golpes ni magulladuras, pues en esas zonas el tejido se presentará oscuro, debilitado y con poco sabor.

Para lograr la maduración ideal contamos con varios recursos. Si los aguacates están demasiado verdes, seguramente estarán duros, astringentes (que provoca una sensación “de agarre” en la parte posterior de la lengua) y con poco sabor. Lo recomendable en estos casos es meterlos en una bolsa de papel de estraza, esto ayuda a mantener encerrado el etileno, la hormona de maduración natural que despiden las frutas al madurar, creando con ello una mini-cámara de maduración. Con este sencillo método obtendrá aguacates maduros en tres o cuatro días.

Ahora si desea acelerar su proceso de maduración, es muy fácil, coloque plátanos maduros dentro de la bolsa de papel de estraza junto con ellos, esto ayuda a que la fruta libere más etileno y maduren más rápido, obteniendo aguacates maduros de dos a tres días.

Si, por el contrario, se necesita detener el proceso de maduración para consumir las piezas de aguacate un par de días después, simplemente almacene en el refrigerador. El frío detiene el proceso de maduración, pues inhibe la producción de etileno; es recomendable guardarlos en la parte baja del refrigerador, donde hay más ausencia de frío.

Lo ideal es ir monitoreando el proceso de maduración de cada una de las piezas y cambiar las condiciones de almacenamiento según se vayan a ir utilizando.

Para determinar la madurez de cada pieza basta con presionar suavemente el fruto, si cede a la suave presión de nuestra mano, el aguacate estará maduro y listo para consumirse. Un indicador también es la piel, menos verde más oscura y más negra, indica una mayor madurez. Evite las manchas y golpes, ya que en su proceso de maduración, se harán más notables.

Es importante considerar que a mayor grado de madurez del aguacate se obtendrá una pulpa más suave, más cremosa, favoreciendo la preparación de platillos o usos. Y con menor grado de madurez, se obtiene un aguacate con una pulpa más firme, apta para cortarla con una mayor precisión.

El proceso correcto de selección y cuidado de los aguacates garantizará la calidad de los platillos que elaboremos con ellos, y por eso merece tiempo y dedicación.